Planteamiento del Problema
Por todo lo anterior, la Gran Logia Equinoccial del Ecuador ha considerado, metodológicamente, partir de varias preguntas motivadoras y suscitadoras para la elaboración de ponencias para la reflexión y el debate de quienes participen en el Congreso.
PREGUNTAS SUSCITADORAS DE REFLEXIÓN, ANÁLISIS Y DEBATE PARA EL CONGRESO DE LA GLEDE LA MASONERÍA FRENTE A LA CORRUPCIÓN
1. La Corrupción como relato
¿Para qué se construye el relato de la corrupción? ¿Desde dónde se construye el relato de la corrupción? ¿Cómo se construye el relato de la corrupción? ¿Existen prácticas corruptas legitimadas? ¿Cuál el papel de los medios de comunicación en la construcción de ese relato y en la lucha eficaz contra la corrupción? ¿Cuáles son los principales desafíos que desde la sociedad se enfrentan en la construcción del relato de la corrupción? ¿Riqueza y pobreza son dos caras de una sola moneda? ¿Es posible construir una sociedad equitativa, justa, tolerante? |
2. Elementos estructurales e históricos de la corrupción
¿Es la corrupción un elemento consustancial a la condición humana? ¿Hasta dónde tiene que ver la corrupción con la estructura de un modelo de sociedad basado en la acumulación y el consumo? ¿Es la corrupción un elemento consustancial al poder? ¿Cuál es el rol de los grupos hegemónicos ante la realidad de la corrupción que merma la capacidad de la sociedad para enfrentar este problema? ¿Cuál es el rol, en la lucha contra la corrupción, de instituciones como FFAA, Iglesia, cámaras empresariales, organizaciones gremiales, entre otras? ¿Es la corrupción solo un problema del sector público? |
3. Respuesta desde la Masonería
¿Hasta dónde es posible construir una narración de la ética desde la Masonería en general y, particularmente, desde la Masonería Equinoccial?
¿Hay argumentos que puedan servirnos a propósito del lenguaje de la construcción que nos es tan familiar de cimientos y columnas para elaborar tal discurso?
Parecería que, dentro de la ritualística y del simbolismo que forman parte del corpus de La Orden, existirían suficientes elementos que justifican considerar a la Masonería como una institución esencialmente ética, comenzando por esta idea fuerza de desbastar y bosquejar la piedra bruta de nuestras imperfecciones y hacer de la práctica de las virtudes una forma de construir nuestro templo interior, paralelamente al imperativo que tenemos de construir el templo social.
Esos elementos, que harían de la orden una institución esencialmente ética, ¿se están cumpliendo en nuestros talleres; y lo que es más, ¿en nuestras vidas, tanto privada como pública?
¿Hasta qué punto se requiere una autocrítica que nos permita reconocer nuestras limitaciones y nuestros errores?
¿Es posible, en los tiempos actuales, retomar con más firmeza la idea de una comunidad ética desde la Masonería?
¿Hasta dónde es posible construir una narración de la ética desde la Masonería en general y, particularmente, desde la Masonería Equinoccial?
¿Hay argumentos que puedan servirnos a propósito del lenguaje de la construcción que nos es tan familiar de cimientos y columnas para elaborar tal discurso?
Parecería que, dentro de la ritualística y del simbolismo que forman parte del corpus de La Orden, existirían suficientes elementos que justifican considerar a la Masonería como una institución esencialmente ética, comenzando por esta idea fuerza de desbastar y bosquejar la piedra bruta de nuestras imperfecciones y hacer de la práctica de las virtudes una forma de construir nuestro templo interior, paralelamente al imperativo que tenemos de construir el templo social.
Esos elementos, que harían de la orden una institución esencialmente ética, ¿se están cumpliendo en nuestros talleres; y lo que es más, ¿en nuestras vidas, tanto privada como pública?
¿Hasta qué punto se requiere una autocrítica que nos permita reconocer nuestras limitaciones y nuestros errores?
¿Es posible, en los tiempos actuales, retomar con más firmeza la idea de una comunidad ética desde la Masonería?
Precisamente, estas interrogantes buscan suscitar una reflexión colectiva que permita a la Masonería avanzar hasta convertirse en un referente ético para la sociedad ecuatoriana; siendo el Congreso Masónico el espacio ideal para hacerlo.